Los gatos en muchas ocasiones suelen ser animales muy independientes, sin embargo, muchos de ellos pueden adorar las caricias y los mimos. Obviamente un gato salvaje sera mas propenso a rechazar dichas caricias, mientras que un gatito domestico de razas acostumbradas a convivir con el humano, estaría encantado de recibir unos mimitos. Aunque incluso en estas razas, en ocasiones estos parecen mostrarse un poco ariscos. Esto se debe a que la convivencia con el humano comenzó hace 4000 años aproximadamente, y pese a que las razas fueron poco a poco acostumbrándose a esta convivencia, la evolución genética no disto mucho de sus parientes salvajes, razón por la cual en muchas ocasionases estos michinos piensan como sus ancestros salvajes.

Es por ello que debes controlarte un poco a la hora de darle mimos a tu gatito, dado que este preferirá que seas cuidadoso, y únicamente sea cuando este se sienta cómodo o muestre acercamiento para pedir cariño. Generalmente los gatos adoran que les acaricien alrededor de sus glándulas faciales, por ejemplo bajo sus orejas, bajo la barbilla y las mejillas. No les agrada tanto que les acaricien la barriga o el lomo, y mucho menos la cola.
Para saber que el gato se siente feliz, puedes fijarte en que su cola se mantendrá alta y este se acercara mas a ti. La moverá suavemente, pero sin gestos violentos. También podrás darte cuenta de que el gato se mostrara claramente relajado. Si dejas de acariciarlo y el gato estaba disfrutando de ello, protestara acercándose mas a ti para pedirte que continúes.